Cuando toca adquirir un vehículo para viajar y moverse tanto por la ciudad como por las carreteras, surgen una serie de dudas entre que tipo de vehículo escoger si el coche o la moto. Ambos tienen ventajas y desventajas y cada uno de ello en su variante ofrecen buenas prestaciones a los conductores.
Lo ideal sería tener ambas, un coche y una moto, pero como en la mayoría de las casas, no se pueden permitir costearse los dos vehículos, tienen que decidir por uno. Para escoger bien, se deben tener en cuenta diversos factores sobre el uso que se le va a dar al vehículo, para así seleccionar el más apto para cada persona.
El coche, por su amplitud y rigidez, ofrecen al conductor la posibilidad de transportar a varias personas de un lugar a otro, equipajes, animales, etc., y por tanto es conveniente para los trabajos que necesiten herramientas, los viajes donde haya que portar maletas. Ofrece mucha más seguridad en carretera, porque al ser un habitáculo, el conductor se encuentra protegido por diversos sistemas en caso de accidente (chasis del vehículo, cinturón de seguridad, airbags, etc.,) y por tanto en caso de accidente tiene muchas más probabilidades de salir indemne.
La comodidad de ir sentado es otro factor importante, mientra que la moto tras horas de viajes puede resultar muy incómoda, en el coche se hace el tiempo más llevadero por ir sentado en un espacio más amplio. La meteorología también influye, pues tanto el frío, como la lluvia, el calor, nieve o viento se sufre menos en el interior de un coche que en una moto.
Las motos por su parte ofrecen al conductor una ligereza envidiable con la que no tendrá que esperar los largos atascos que se suelen ocasionar en la ciudad y en las carreteras cuando se acerca el periodo vacacional, pudiendo sortear los vehículos al ocupar mucho menos espacio.
A la hora de encontrar aparcamiento, las motos se ven beneficiadas porque ocupan mucho menos sitio que los coches y normalmente no tienen problemas para encontrar sitio en cualquier lugar. Los gastos derivados de la moto son menores que en los coches, mano de obra en reparaciones, repuestos, neumáticos, gasolina, seguros, etc.,