Las actividades agropecuarias están sujetas a diversos tipos de riesgos, siendo los más característicos aquellos ligados a las variaciones de la naturaleza, y a pesar de las medidas que los productores adopten para disminuir tales riesgos, los mismos influyen de manera importante en los niveles de producción.

Para enfrentar dichos fenómenos el productor adopta diversas estrategias de administración de riesgos que van desde la utilización de instrumentos formales de cobertura de riesgos climáticos, como son los seguros; a otros basados en acciones sobre la comercialización y la producción.

Un Seguro en Cosechas y Ganado ofrece garantías adaptables a los productores, zonas y cultivos y una valoración individual de daños.

La gestión por aseguradores ofrece una mejor eficiencia y es uno de los sistemas más eficaces de gestión de los riesgos agroclimáticos.

Una de las alternativas que hay contra el riesgo, se requiere un plazo de tiempo para una implantación satisfactoria.

Para un desarrollo sostenible es preciso lograr la dispersión del riesgo, ese es el objetivo del seguro, debe limitarse la incidencia del riesgo moral.

Su aplicación individualizada supone mayores gastos de gestión. Si se desea un desarrollo más amplio es necesaria la participación del sector público.