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Pólizas dentales con polémica

 

 

Quienes no están nada conformes con la aparición de estos seguros dentales son muchos de los dentistas que no forman parte del negocio.

Dichos profesionales ve dañados sus intereses ante lo que ellos consideran un no-seguro, en el que las aseguradoras solamente actúan como intermediarias entre cliente, paciente y profesional, directamente o a través de empresas de servicios interpuestas.

Ellos consideran el suyo un trabajo artesanal, que como tal no puede disminuir los márgenes de beneficio a cambio de producir más cantidad.

Y alertan de que los servicios dentales basados en precios bajos son servicios de baja calidad.

Desde la Fundación Dental Española aconsejan a los pacientes que desconfíen de los negocios y las gratuidades, que consideran engañosas o equívocas.

Sin embargo, la evidencia es que las pólizas dentales incluyen una serie de servicios como por ejemplo revisiones, limpiezas, fluorizaciones, radiografías, etc. sin ningún costo para el asegurado, y otros con un costo más reducido.

El precio de un empaste dentro del seguro oscila entre 14 y 38 euros, mientras que fuera de este ámbito el costo puede alcanzar unos 60 euros.

La diferencia de tarifas se hace más evidente si hablamos de una endodoncia unirradicular, que puede alcanzar aproximadamente los 200 euros, mientras que dentro de una póliza no supera los 75 euros.

No obstante, la clave para tener una boca sana sin dejarse en ello el presupuesto familiar son las revisiones periódicas. Dejar la visita al dentista para cuando la salud bucodental se resiente no hace sino que despedir el costo.

No hay que dejarse deslumbrar por ofertas de primeras visitas, limpiezas, y/o radiografías gratis.

Lo más probable es que se los cobren en los tratamientos que le realicen.
Un consejo muy favorable es que pida siempre una segunda opinión. La picaresca lleva en algunos casos al sobretratamiento; es decir, a realizar más tratamientos de los necesarios.

El precio no debe ser el factor que influya en su decisión a la hora de elegir facultativo. El mejor odontólogo no tiene por qué ser aquél que tenga los precios más elevados, ni tampoco el que ofrezca unos servicios más económicos; posiblemente a la larga le resultará más caro.

Lo recomendable es exigir un buen servicio a precios razonables.
Usted tiene que saber que la mejor manera de ahorrar dinero en el cuidado de su boca es una limpieza adecuada y visitando al dentista al menos una vez al año.

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