Una de las peores enfermedades que le pueden ocurrir a un animal es que contraiga la rabia. Durante muchos siglos, esta enfermedad ha sido catastrófica sobre todo para perros y mascotas en general.

La rabia es muy infecciosa y es causada por un virus perteneciente a los rhabdoviridae. En el mundo es muy generalizada, pues está presente en
todos los países del mundo, exceptuando la Antártida por ser yermo y el Reino Unido, donde se ha eliminado toda posibilidad de que se contraíga gracias a un exhaustivo control.

El virus se encuentra en también en la saliva del animal infectado, por lo que un mordisco de tal, serviría para contagiar a cualquier animal e incluso a los humanos. Afortunadamente, la vacuna contra la rabia, evita cualquier
oportunidad de que sea contagiado por esta enfermedad.

En cuanto se es infectado por el virus, este se desplaza por el organismo,
expandiéndose hasta llegar al sistema nervioso central, donde presentará un periodo de incubación que puede variar indistintamente de cada situación desde 15 días hasta 60. A  partir de ahí, el animal infectado presentará los sintomas.

Se debe observar si el animal presenta: conducta aprehensiva, nerviosismo,
ansiedad, aislamiento voluntario, fiebre. La conducta de los perros con esta enfermedad suele cambiar, si son amigables, se comportarán de forma desconfiada, asustadiza o irritable y los perros agresivos, pueden sufrir un cambio de su forma de ser, comportandose dóciles y amigables.

Si pasados unos días aún no se ha detectado, los sintomas empeoran
considerablemente y dependiendo la parte del cerebro que ataque el virus, el perro podrá presentar diferentes tipos de rabia:

Rabia furiosa: no es frecuente, en este caso el perro será muy irritable y será
hipersensible, apenas podrá descansar y estará en activo durante la mayor parte del día.
Muerde todo lo que encuentra a su paso y podrá desorientarse y padecer convulsiones.

Rabia muda: no siempre se presenta, al perro se le paralizan los músculos de la
cabeza y el cuello, le impide al animal tragar, e incluso respirar.

Es fácil detectar los síntomas cuando se presentan, pero entonces, ya será
demasiado tarde, pues el animal no tendrá cura. No existen antiviral contra la rabia, puede ser tratada en el momento de la mordida, pero no después. La única solución contra la rabia es la vacuna periódica. En caso de observar los síntomas en el perro, hay que llevarlo a un veterinario lo más pronto posible, para que diagnostique si realmente es la enfermedad o hubiese posibilidades de que fuese otra.