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Ayudas del Gobierno por siniestros agrario o ganadero

La contratación de un seguro agrario o ganadero no conlleva ninguna obligación salvo si requiriera la responsabilidad civil obligatoria que la ley impone para proteger a terceras personas y sus bienes materiales de cualquier perjuicio que le produjese una actividad por cualquier motivo o circunstancia.

No obstante para el trabajo agroganadero es tan o más importante contratar un seguro que le cubra las pérdidas como  para otros sectores.Ya que estos dos sectores del campo, son muy susceptibles a padecer perdidas ante cualquier tipo de imprevisto, ya sea a causa de los fenómenos ambientales, o por cualquier plaga que acabe con toda la producción.

El problema de este sector es que durante todo el año se trabaja para conseguir producir y recoger las ganancias en las fechas indicadas, por lo que absolutamente toda la producción de un año, se encuentra en riesgo hasta el final.

 

Para aquellas personas que hayan visto como todo el trabajo del año se ha echado a perder a causa de cualquier siniestro acontecido, sabrán el beneficio de tener un seguro agroganadero que le resguarde de todas las pérdidas, más la indemnización equivalente a las ganancias que el profesional fuese a conseguir con la venta de los productos o del ganado y que por tanto dejará de percibir, siendo su sustento para mantenerse.

A partir de una peritación y los cálculos de las ganancias, descontando una franquicia que puede variar arriba o abajo según el tipo de seguro elegido y la compañía que lo elabore, percibirá el montante equivalente a las pérdidas y así el profesional agroganadero podrá seguir desarrollando su trabajo, que de otra forma no podría más que perderlo todo.

 

En ocasiones, las coberturas del seguro contratado no cubren ciertos siniestros, puesto que pueden ser causados por diferentes circunstancias. Aquí, el profesional, además de perder todo el trabajo realizado durante mucho tiempo se encuentra con el inconveniente de que el seguro no se hace responsable de los daños.

Para estos casos, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino pone a disposición de los profesionales una ayuda económica para salvaguardar los destrozos y las pérdidas que el trabajador haya sufrido. Estas ayudas solo están disponibles para los riesgos que por sus características especiales y sus riesgos, las compañías aseguradoras no lo incluyen en sus pólizas. Por tanto, los riesgos que por elección del profesional, no hayan sido asegurados, en caso de catástrofe el Ministerio no le concederá ningún tipo de ayuda.

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